UÑAS PORCELANA

Es una técnica muy laboriosa que consigue uñas postizas muy realistas, fuertes y de larga duración, aunque si fuera necesario, también se puede retirar.

Hacer unas uñas esculpidas puede llevar una hora y media la primera sesión y una hora el mantenimiento cada 21 días. Primero es necesario limpiar bien la superficie de la uña para retirar la grasa natural que tiene con el objeto de que el producto se fije bien. Después se colocan moldes en forma de luna creciente bajo el borde de la punta de la uña, para darle el tamaño deseado. Con un pincel se va colocando la solución acrílica encima de la uña en capas superpuestas y se va moldeando y dejando endurecer. Se retira el molde y se trabaja la postiza como si se tratara de una uña natural. La uña postiza se adhiere firmemente a la natural y crece junto a ella. Cada tres semanas es necesario remodelar y rellenar la uña para igualar la hendidura que se forma en la luna de la cutícula. El mantenimiento en casa se limita a una higiene normal.

El esmalte se fija muy bien en estas uñas y si se quiere cambiar de color en casa, se retira la laca con el disolvente habitual y se pintan de nuevo.

Las uñas de porcelana no tienen contraindicaciones ni presentan problema alguno, siempre y cuando las aplique una profesional experta.

Recomendadas para uñas quebradizas que nunca llegan a largas y para superar el vicio de morderse las uñas