Las pestañas componen ese acento negro y brillante, que concede alas a la mirada. Agitadas por el parpadeo constante de nuestra mirada son el guiño imprescindible de la seducción. Conseguir el máximo espesor y vitalidad son los deseos que se sitúan en el punto de mira de la mayoría. Su entorno estratégico exige tratamientos suaves e hipoalergénicos, por eso todas las soluciones deben adaptarse primero a las circunstancias de extrema sensibilidad que las rodean.
Las pestañas actúan de barrera frente al polvo y cualquier cuerpo extraño, además filtran la luz de sol haciéndola más soportable. Si crecen poco se recomienda pestañear con frecuencia, pero después pueden aparecer patas de gallo. Existen cremas a base de queratina y aceite de ricino que acondicionan, nutren e hidratan la superficie capilar, garantizando un efecto fortalecedor a corto y largo plazo.
Cepillado diario: Aunque no tengamos por costumbre maquillar las pestañas, resulta muy conveniente cepillarlas con un peine especial y extender sobre ellas una fina capa de vaselina, líquida o sólida o una crema fortalecedora específica para favorecer su crecimiento.
El modo de hacerlo es siempre de abajo hacia arriba y desde la raíz hacia el extremo. Las dosis deben ser mínimas para evitar que el producto entre en contacto con la conjuntiva del ojo y prevenir así posibles irritaciones.
Desmaquillado suave: Es un gesto vital para conservar en perfecto estado nuestras pestañas. Los rímeles de hoy día no resultan nocivos para ellas, pero no hay que olvidarse nunca de desmaquillar cada noche las pestañas con una loción suave y a ser posible enriquecida con algún extracto emoliente o calmante.
En caso contrario, las pestañas pueden caerse, sobre todo si se ha utilizado una máscara de pestañas resistente al agua. Estas últimas resultan algo más complicadas de desmaquillar, incluso con un limpiador waterproof. La forma ideal de hacerlo es con un algodón embebido en el producto, realizando movimientos lentos desde dentro hacia afuera y con mucha delicadeza.
Dieta anti-caída: La fragilidad de las pestañas, su débil crecimiento, incluso la tan preocupante caída puede deberse a una mala alimentación. La caída de las pestañas al igual que la del cabello en general puede ser un síntoma de carencias de algunas vitaminas y oligoelementos.
Por favor, no frotar: Algunos tics como tirarse de las pestañas o frotarse los ojos no resulta positivo ni para nuestras pestañas ni para los ojos en general. Su práctica produce una erosión de la delicada piel del contorno de ojos y suele desembocar en pérdida de pestañas.
Permanente de pestañas!
Hace 9 años



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